En el episodio número 73 del podcast proponemos una serie de localizaciones para fotografiar los colores y la magia del otoño.

El otoño es la pausa, la melancolía, el fin de un ciclo y un indicador de que otro episodio en nuestra existencia ha finalizado. El otoño es el fin y es el principio. Va mas allá del frío, el viento, las hojas o el musgo.
La fotografía dentro del bosque no es sencilla a veces. Un bosque virgen es un caos de maleza, ramas, troncos, etc, y a veces no es fácil saber qué fotografiar. Un consejo que funciona bien es elegir un árbol que nos llame la atención y hacerle un retrato, igual que si fuera una persona. Descubriréis que los árboles pueden proporcionar muchas pareidolias. Otra opción es centrarnos en los detalles: una raíz con musgo, una seta, una rama retorcida…

El momento lo es todo: en el bosque necesitaremos luz uniforme, por lo que un día nublado va a ser preferible a uno soleado. Y mejor si es a primera o a última hora, y si tenemos una lluvia ligera o algo de niebla mejor aún.
En cuanto a la técnica hay dos accesorios, uno de ellos imprescindible y otro recomendable. El imprescindible es el filtro polarizador, que nos va a proporcionar imágenes más contrastadas y saturadas. El recomendable es el trípode, ya que un bosque puede ser muy oscuro y precisar de tiempos de exposición que sobrepasen el segundo. El trípode además nos da pausa y nos hace cuidar los encuadres.


La fotografía en bosque es a la vez exigente y flexible. Nos exige lo mejor de nosotros a la hora de exponer y, sobre todo, componer, pero a la vez es flexible, ya que admite un gran rango de distancias focales. Podemos usar desde un ojo de pez hasta un teleobjetivo, pasando por una lente macro. Podemos combinar fotografías que capten la inmensidad y variedad del bosque con otras que capturen pequeños detalles.

Otra técnica que funciona bien en el bosque es el movimiento intencionado de cámara (ICM). La poca luz y los tiempos de exposición cercanos al segundo nos va a permitir desarrollar nuestra creatividad con ligeros movimientos durante la toma. Es una disciplina que hay que trabajar mucho, pero con un poco de práctica se pueden conseguir tomas interesantes.
El agua es un elemento que nos va a ayudar en la composición. Si por el bosque pasa un arroyo utilízalo. Busca un tiempo de exposición de entre 0.5 y 4 segundos y obtén una bonita imagen con agua sedosa rodeada de los colores del otoño.


Galeria de imagenes:

















